Durante el último tiempo, se volvió frecuente escuchar a través de los medios que el país y sobre todo Guayaquil sufrían un déficit de áreas verdes que acabaría irremediablemente en problemas ambientales.
El caso es que el municipio de la ciudad convirtió en obligatoria la presencia de áreas verdes en las obras construidas dentro de ella. Para mal de algunos, esto significa tener que dejar de usar parte del “piso” y convertir su edificación por ende en un espacio en que prima la ineficiencia.
No es cierto. O al menos no al 100%, porque para evitar la criticada ineficiencia están las paredes verdes, que permiten aumentar las áreas verdes sin tener que quitar espacio del suelo. Esto sin contar que bien pueden ocupar espacios vagos, a los que darle uso resulta complejo.
Bioparámetro es una opción dispuesta a colaborar en cualquier proyecto. Y, volviendo a la pregunta inicial, más que preguntarnos por dónde están las áreas verdes (porque es evidente que escasean), deberíamos preguntarnos en dónde las vamos a ubicar. Y cuándo.