A pesar de que las paredes verticales y los morralitos en un principio pueden parecer solo adornos u objetos adornados que apreciar, esto no es tan así. De hecho no es así.
Buena parte de la gente que tiene jardines verticales los utiliza para empezar a realizar actividades caseras. La más conocida es la creación de huertos urbanos. Y, en lugar de necesitar espacios inmensos, se necesitan un par de paredes vagas. O un balcón. O una terraza.
Como suele ocurrir con todo lo relacionado con las paredes verdes, no hay muchos límites en cuanto a lo que se puede cultivar, y esto depende en buena medida también del tiempo de que disponga o quiere dedicar el usuario a esta nueva actividad. La horticultura, por ejemplo, tiene quienes la prefieren. Se trata de una idea muy interesante. La siembra de plantas aromáticas es otra de las actividades que tiene buena acogida.
A nosotros nos parece francamente increíble que a través de una manera tan eficiente y diferenciada puedan llevarse a cabo actividades como esta. ¿Qué opinas? ¿Qué tipo de huerto quisieras tener?