Debemos tener en cuenta que el sistema de riego funciona únicamente para jardines verticales naturales (orgánicos) o plantas. Con esto en mente, podemos mencionar que existen dos tipos de sistemas de riego, el manual y el automático.
El riego manual debe realizarse de la manera correcta, dependiendo de la planta a la que se está regando, pues no todas las plantas necesitan la misma cantidad de agua y en caso de hacerlo erróneamente, la planta puede morir.
Los sistemas de riego automático permiten aprovechar el agua y no malgastarla, de tal manera que se utiliza eficientemente. Permiten programar el riego de las plantas, optimizando su proceso de cuidado.
Entre los sistemas de riego automáticos más conocidos tenemos el riego por goteo y el riego por aspersión.
Ventajas de los sistemas de riego automáticos:
Son fáciles de manejar
Contribuyen al correcto cuidado de las plantas y mejora el hábitat para su crecimiento.
Aporta la cantidad de agua justa y necesaria para mantener las plantas hidratadas correctamente.
Ahorran agua, optimizando los recursos.
Permiten programar el tiempo de riego para cada área o superficie.
Puedes automatizar tareas, ahorrando tiempo y esfuerzo.
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